La primera vendimia de Europa, la de la malvasía de Lanzarote, en las islas Canarias, recoge estos días una cosecha que ha caído en dos tercios por la inestabilidad del clima y las enfermedades sufridas por un cultivo único que crece en un paisaje modelado por los volcanes.

 

Los viticultores de Lanzarote, situada en el océano Atlántico, frente a Marruecos, cosechan este mes de agosto la menor cantidad de uva de los últimos 70 años en la isla, cuya característica superficie volcánica de color granate oscuro está salpicada por viñedos que forman unas curiosas medias lunas.

Este año se espera una producción que no supere los 450.000 kilos frente al 1,5 millones de kilos de la campaña del pasado año o los 2-3 kilos de otras cosechas, según cifras del Consejo Regulador vinícola de Lanzarote.

“Las altas temperaturas del pasado invierno”, “los ataques de enfermedades a las parras” y “la ola de calor” del pasado mes de junio son las causas del descenso de la producción, según el presidente del Consejo Regulador, Javier Betancort.

 

 

“En febrero hubo una pequeña ola de frío que paralizó la parra” y en marzo, el mildium, un hongo, “castigó bastante” la planta, a lo que siguió “una ola de calor a finales de marzo” y un verano fresco, enumera a la AFP Alejandro Besay Felipe, enólogo de la Bodega La Geria, situada en la región del mismo nombre, declarada Parque Natural en 1987.

La Geria, zona vitivinícola de Lanzarote por excelencia, es una área de terrenos muy fértiles que en el siglo XVIII fueron cubiertos por las cenizas procedentes de las erupciones que dieron lugar al conjunto volcánico de Timanfaya.

Tras esa última gran erupción, los campesinos observaron que las plantas que sobrevivieron, generalmente frutales y vides, crecían sin dificultad, por lo que la viticultura se instauró en esta zona inhóspita, de suelo volcánico y azotada por fuertes vientos.

La técnica de cultivo de la vid consiste desde entonces en excavar un hoyo de unos 6 metros de diámetro y entre 2 metros y 2,5 metros de profundidad hasta llegar al sustrato que se encuentra bajo la capa volcánica. La roca extraída sirve para levantar un murete que protege a la vid del viento.

El descenso de la cosecha ha provocado la subida del precio: el kilo de uva se pagará en torno a los 2 euros frente da los 1,30 euros el kilo del año pasado, según Betancort.

“La caída de la producción va a afectar de forma notable a la venta”, reconoce Ramón Melián, gerente de la Bodega La Geria, que señala que “en los últimos cuatro años se ha mejorado muchísimo el esfuerzo comercial para dar a conocer el vino de Lanzarote fuera de Canarias”.

Y recuerda que la filoxera, un parásito que afecta a las vides en el resto de Europa, no llega ni a Lanzarote ni a las otras dos islas donde se cultiva la malvasía volcánica, La Palma y Tenerife, aunque en mucha menor medida.

 

Muchísimas gracias a Fabiola y Alejandro de la BODEGA LA GERIA , por su trato profesional y buen que hacer. Un gran abrazo y hasta la próxima!!