Tradición característica de los municipios de Icod de los Vinos y La Guancha en la isla de Tenerife (Islas Canarias), que se celebra los dos últimos días de noviembre, coincidiendo con el día de San Andrés.

Esta fiesta se originó por un hecho anecdótico.

Como muchos saben Tenerife es una isla que se caracteriza por sus desniveles e Icod de los Vinos no es la excepción, además esta localidad fue muy conocida por su tradición vitivinícola, los bodegueros de aquel entonces tenían la costumbre de lavar los barriles de vino en el mar porque decían que el agua salada favorecía la eliminación de los ácidos del interior.

En aquel entonces no existía ningún transporte que permitiera llevar los toneles cuesta abajo hacia el mar, por lo que los bajaban como podían, ya sea rodando o sobre unas tablas las cuales se deslizaban hasta llegar a la zona más baja cerca al mar.

El uso de las tablas también era porque así protegían los barriles de posibles golpes que pudieran sufrir por el camino.

Este simple hecho de ir cuesta abajo con el barril encima de una tabla fue lo que llamó la atención de los más jóvenes, convirtiéndolo en algo más que un trabajo. Este nuevo juego se transformó en la fiesta que se conoce hoy en día como la fiesta Las tablas de San Andrés.

Ya no se transporta los barriles porque con el paso de los años se empezó a usar otros medios más modernos, pero las personas siguen cogiendo las tablas para recorrer las pendientes más vertiginosas y divertidas que existen en la zona.

Me llama la atención todo el ritual, desde que se concentran en la parte alta de la calle hasta que regresan jaleándose.

Cómo se ponen a prueba, se miden, independiente de edad y sexo.