Cemintério dos Prazeres, toma su nombre de la quinta que allí existía cuando en 1833, un brote de cólera invadió la cuidad de Lisboa y urgió la nececidad de un gran cementerio.

Una vez más, y sin aún saber por qué, un cementerio me devolvió la serenidad perdida… al menos por unas horas.

La línea 28 del tranvía  ….¿ me acompañas a un recorrido en ella hasta el cementerio de Los Placeres ? …